25 ene 2014

JOAQUÍN FERNÁNDEZ GARABOA. ”EL QUINI

 

Nació en pleno barrio del mentidero, en concreto en el número 21 de la calle Hercules, un miércoles 5 de marzo de 1924, es el menor de tres hermanos; durante su niñez acudio a varios colegios; al Centro Obrero San Expedito, al Grupo San Rafael y a la calle Sacramento 74 que diriguía el Sr. Pascual.

Su contacto con el Carnaval es a traves de su tio Joaquin Garaboa Hernández, que a principio del siglo XX escribió para algunos coros; es a los once años cuando comienza a ensayar con el coro"Los Cuentos de Calleja" de Eduardo Martínez, que a la postre obtuvo el cuarto premio, pero sin la participación del Quini, ya que no pudo costearse las cuatro pesetas del tipo de enanito con el que hubiese salido junto con Paco Alba, que tampoco lo consiguió.

En 1936 ya trabajaba de aprendiz en la fábrica de marfil de Paredes, situada en los Campos Eliseos en Puertatierra, en este año ensayó su primera agrupación "Los Chicos del Barrio", despues trabajo de panadero antes del sercicio militar, posteriormente una vez licenciado, comienza a trabajar en el Ayuntamiento de subalterno hasta su jubilación.

Ya no será hasta los 16 años, cuando pueda recuperar su afición, en el grupo de la "Piriñaca", que dirije Francisco Guzmán "El Batato", canta de tenor, con "Los Chisperos" de Eduardo Delgado y El Batato consiguiendo el primer premio, era el año 1948; al año siguiente se autoriza la salida de los coros en febrero, repitiendo con Batato en el coro "Los Pintores"con Ramón Cebada en la letra, Francisco García de Quiros y Francisco Cosme en la música , obteniendo un segundo premio.

No será hasta 1952 cuando comienze a dirigir, labor que conservó hasta 1984, en este primer coro como director, "Los bufones reales", obtiene tambien el segundo premio, a partir de entonces, cerca de veinte coros mas, fuerón consiguiendo otros premios, entre ellos diez primeros, y sobre todo el reconocimiento de su labor como defensor del tango, al que daba su mejor adjetivo al definirlo, "cardenalicio", cuando provocaba el "pellizco" que tanto valoraba.

Poseedor del antifaz de oro desde 1969, por su trayectoria carnavalesca, y ser uno de los directores de coros más sobresalientes; El Quini, nos dejo un martes de Carnaval de 1998, cuando contaba con 73 años de edad.


“El caudillo del tango”, como lo denominó Miguel Villanueva, emprendió en su última época una larga batalla para defender lo que él consideraba el tango auténtico de Cádiz. Descontento con las nuevas orientaciones que tomaban los coros, afirmaba rotundamente que había que “echarlos a los leones”.
Durante el Concurso le gustaba pasear por el patio de butacas del teatro con dos leones de plástico prendidos de la solapa, símbolo de la mala calidad de lo que escuchaba. El Quini no fue autor, pero sí un extraordinario director de coros que supo imprimir a sus agrupaciones el sello gaditano, algo que parece muy sencillo pero que pocos consiguen.
 
 El Carnaval y la ciudad de Cádiz están en deuda con El Quini, el hombre que conseguía que los tangos pellizcaran.
 

FUENTES:
www.carnavaldecadiz.com

www.gentedecadiz.com


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