31 dic 2014

Arbitraje político

EDITADO EN CADIZDIRECTO.COM
Si Guruceta Muro estuviera vivo se llevaría las manos a la cabeza de la de tarjetas que están saliendo últimamente en nuestro país. Seguro que Guruceta aplicaría la sanción de la siguiente forma a los parlamentarios de nuestro país:
 
Tarjeta amarilla.- Se le enseñaría directamente a todo político que sacara dinero del cajero pisando la raya continua de la acera. No respetar ni la distancia ni el turno en la cola de los clientes que están esperando, (llámese también barrera del pueblo a nueve metros). Poner un calzo y driblar al fisco tirándose a la piscina de Bankia. Ver a Montoro en un córner peinar el balón.
Tarjeta roja.- Hacerse pasar por tonto y dedicarse al balonmano para blanquear dinero en Suiza. Pagar 600.000 euros con la misma rapidez que se paga un aviso de corte de luz, para evitar entrar en la cárcel. Coger el dinero con las dos manos dentro del despacho del Rey, sin respetar al juez Ruz de línea.
 
Tarjetas Opacas.- Comentar al juez de línea, que el partido ha sido un robo cuando el ratero es el propio político. Escupir al pueblo en un saque de esquina cuando éste se encuentra lesionado, tirado en el césped y los camilleros de la Cruz Roja jugando al tute. Perder tiempo en pagar a tus obreros cuando llevas la posición de los billetes de 500. Abusar de prepotencia cuando vas representando a uno de los dos equipos más poderosos de la liga política española: PP y PSOE.
 
Tras estas incidencias el bueno de Guruceta Muro tomaría la drástica decisión de cerrar durante diez legislaturas el Palacio de Congresos de Diputados. Eso sí, sin tirar (de momento) a nadie al río Manzanares.

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